Comenzó con una pregunta simple
¿Por qué nadie nos enseña realmente sobre dinero? Esta pregunta surgió en 2018 cuando varios profesionales financieros nos dimos cuenta de que nuestros conocimientos técnicos no llegaban a quienes más los necesitaban. Las personas comunes luchaban con deudas, no sabían presupuestar y veían las inversiones como algo inalcanzable.
En nuestros primeros meses, trabajamos directamente con 50 familias gallegas. Los resultados fueron increíbles: el 78% logró reducir sus gastos innecesarios y el 65% comenzó su primer fondo de emergencia en menos de seis meses.
Esos números no eran solo estadísticas para nosotros. Eran historias reales: Rosa que finalmente pudo pagar la matrícula universitaria de su hija, o Manuel que dejó de usar tarjetas de crédito después de 15 años. Cada caso nos confirmó que la educación financiera práctica realmente funciona cuando se explica sin jerga técnica.